Atanasio Sierra esq Rambla de los Argentinos, 20200 Piriápolis, Departamento de Maldonado
A Pedro siempre le gustó cocinar bombones y recuerda que su parte favorita era el proceso. El relleno. Llegar al sabor perfecto, al gusto suave de adentro del bombón. Siempre pensó en llevar sus recetas de postres, al helado. Cuando a un cliente no le gusta su helado se pone colorado, cuenta. Es su orgullo y deja todo de sí para hacer el helado más delicioso.
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En 2010 Pedro Garra se dedicaba a la mantención de jardines y plantas de interiores. Un trabajo artesanal enfocado en los detalles y la mano de obra. En paralelo, pensaba en dedicarse al rubro de la gastronomía y aplicar ese rol de artesano.
Comenzó a buscar locales para instalar un nuevo emprendimiento y en 2012 encontró un local ubicado en la costa este, en Piriápolis. La familia de Pedro es italiana y desde siempre fueron expertos cocineros. Platos salados y postres. Su emprendimiento iba a ser algo vinculado a la cocina. Y ese era el local correcto.
Siempre le gustó cocinar bombones y recuerda que su parte favorita era el proceso. El relleno. Llegar al sabor perfecto, al gusto suave de adentro del bombón. Siempre pensó en llevar sus recetas de postres, al helado. Fue amante y cliente habitual de Las Delicias y La Cigale, y pensó en poner su local propio. Un local con su impronta: pequeño, artesanal y enfocado a sus recetas preferidas.
La puesta en marcha fue complicada para la heladería. Pidió un préstamo pero se lo otorgaron el 15 de enero de 2016, cuando ya había pasado la temporada y su local ya estaba en marcha. Recuerda que su familia fue fundamental en esta primera etapa.
Como maestro heladero, Pedro comenzó haciéndose especialista en bombón, sambayón, chocolate al dulce de leche. Todos los sabores que amaba. Llevó sus postres preferidos a helado, como hace hasta hoy en día. Algunos populares como banana Split, no le gustan y opta por no prepararlos.
Los preferidos de la heladería Cioccolatum de Piriápolis son: crema con coco caramelizado, crema con manzana caramelizada (que son tortas de coco y manzana llevadas al helado), crema con durazno, chocolate al sambayón (chocolate Pernigotti), chocolate con café (con café Lavazza). Este verano puso de moda el helado de naranja excelsa (naranja con frutilla, limón, y ananá) y helado de limón con naranja, un sabor ácido pero delicioso y súper refrescante de la línea sorbete, de edición limitada y para los días de más calor.
El chocolate es italiano, tiene mucha manteca de cacao (que sola no tiene gusto pero realza el sabor del helado). El dulce de leche es muy intenso, similar al de los cubitos Conaprole en textura y consistencia, pero mucho más artesanal y suave al paladar. Destaca las instancias de encuentro y formación con técnicos heladeros como los que organiza Inefop para todos los maestros heladeros.
Pedro va haciendo lo que le gusta. Originalmente tenía la idea de estar en un lugar chico, pero tiene muchos clientes de Montevideo y Punta del Este y no descarta abrir un pequeño local para llevar sus helados a nuevos espacios. Pero destaca que el helado artesanal más rico es el de pequeñas producciones. Preparado a medida.
Cuando a un cliente no le gusta su helado se pone colorado, cuenta. Es su orgullo y deja todo de sí para hacerlo delicioso. Siente una gran responsabilidad. Con los clientes tiene una relación casi de amistad, y está presente en reuniones familiares, cumpleaños y festejos mediante sus helados. Por eso es parte de una gran comunidad.